Muchos críticos se han referido a Abbey Road como el mejor álbum de The Beatles.
Imagina 1969, los Beatles llevan casi toda la década sorprendiendo al mundo, y aunque desconocen el tamaño del rascacielos que se construirá por lo menos durante 50 años más, han estado cavando y dando forma a los enormes cimientos sobre lo que emergerá, vertiginoso, irregular, elegante, fuerte, estilizado, crudo y rebelde Rock and Roll… increíble.
En ese contexto es como Paul McCartney llamó al productor George Martin con el propósito de hacer un álbum "como antes"; a lo que Martin aceptó, con la condición de que el trabajo se haría “como antes”, y preguntó: "¿John también está de acuerdo?" a lo cual Paul dijo que sí. El ingeniero de sonido Geoff Emerick, que había abandonado el trabajo a la mitad de las sesiones del álbum The Beatles un año atrás, también accedió a formar parte del nuevo proyecto, junto con uno de sus ayudantes, nada menos que Alan Parsons, que por cierto, poco después también participaría en las grabaciones de Dark side of the moon, de Pink Floyd: ¡vaya genio!
Así dio inicio el proceso de grabación de uno de los álbumes más ampliamente considerados dentro de los mejores de todos los tiempos. La banda disponía de varias canciones sin explotar, y se reunieron en los estudios de EMI; todos estuvieron dispuestos a dejar a un lado sus diferencias para "terminar el trabajo de una forma honorable".
Según McCartney, “El truco fue que de alguna manera teníamos que ponernos los guantes de box; tratamos de reunirnos para hacer un álbum muy especial. De alguna manera, pensábamos que sería nuestro último trabajo, así que... todavía podíamos mostrarnos de lo que éramos capaces, y tratamos de divertirnos mientras lo hacíamos”. George Harrison por su parte dijo: “Nosotros no sabíamos, o no sabía, como íbamos a grabar el último disco, pero tenía la sensación de que estábamos en el camino correcto”.
Las grabaciones iniciales se realizaron aisladas, en diferentes estudios en febrero, abril y mayo, pero el resto del álbum fue grabado y mezclado entre el 1 de julio y el 25 de agosto. Desde el inicio, sabían que el resultado fue uno de los mejores trabajos de la banda, George Martin lo llamó “un Sgt. Pepper vol. 2”. Únicamente hubo una breve ausencia de John Lennon, ya que estuvo hospitalizado por un accidente de coche en Escocia.
El método de trabajo cambió, y cada Beatle usó a los otros como músicos de estudio en sus propias canciones. El resultado fue lo que los críticos han considerado como uno de los mejores álbumes en su carrera, tanto en el aspecto técnico como en el creativo.
Aportes individuales
John Lennon
La canción que abre el disco, "Come Together", fue escrita originalmente por Lennon para la campaña que Timothy Leary estaba llevando a cabo para su candidatura a gobernador de California, y fue lanzada como sencillo, junto con "Something". Existe una versión remezclada en 2009 en la que se aprecia la perfección con que cada nota, de cada instrumento, toma su lugar en este par de pistas de apertura. Algo de verdad sublime, que ratifica el estatus de grandes músicos y enorme pieza de arte que resulta este disco.
"I Want You (She's So Heavy)" era una combinación de dos canciones a medio terminar de Lennon, con más de siete minutos de duración, era la segunda pista más larga en un álbum de los Beatles. La primera es "Revolution #9", del álbum The Beatles. También contiene uno de los primeros usos de un sintetizador Moog, en el "ruido blanco", al final de la canción. A "Because" también se le añadió un sintetizador Moog, tocado por George Harrison, los acordes, por cierto, fueron inspirados por Ludwig van Beethoven "Quasi una fantasía" (Op.27, N.º 2), añadiendo una riqueza armónica inusual hasta entonces.
Paul McCartney
La primera canción de Paul en el disco, "Maxwell's Silver Hammer", trata sobre un psicópata que asesina a martillazos a sus víctimas, y había sido ensayada durante las sesiones de Let it Be. Su otro tema fue "Oh! Darling", una balada a la que dedicó mucha práctica para mejorar su interpretación vocal. Lennon se ofendió bastante con McCartney por no dejarle grabar como solista en esta canción.
George Harrison
George Harrison contribuyó con dos canciones, incluyendo el primer sencillo número uno de The Beatles que no era una composición de Lennon y McCartney: "Something", escrita durante las sesiones del álbum blanco. "Something" era el tema favorito de Lennon de todos los del álbum, y Frank Sinatra comentó erróneamente que "Something" era "su canción favorita de Lennon y McCartney", incluso aseguró que era la mejor canción de amor de los últimos 50 años. La canción se distribuyó en un sencillo de doble cara A junto al tema "Come Together".
"Here Comes the Sun", el otro tema de Harrison era otra de sus canciones más conocidas. Influenciada por la canción "Badge" del grupo Cream (coescrita por Eric Clapton y George Harrison), y fue compuesta en un período en el que Harrison renunció a los Beatles. Fue una de las pocas canciones en las que no participó John Lennon en ningún instrumento.
Ringo Starr
Ringo escribió y cantó "Octopus's Garden", su segunda composición para los Beatles. Casi 30 años más tardé comentó que se inspiró cuando dejó la banda por unas semanas durante las sesiones del Álbum Blanco, y contó con la ayuda de George Harrison.
El medley
El clímax del álbum es el medley de dieciséis minutos, compuesto por ocho canciones cortas, unidas entre sí por McCartney con ayuda de las orquestaciones de George Martin. Aparecían en el lado B del disco, y muchos consideran que este es el mejor lado B de un álbum de todos los tiempos.
Muchas de estas canciones fueron escritas y grabadas para el Álbum Blanco y Let it Be. "You Never Give Me Your Money", de McCartney, basada en los problemas financieros que los Beatles atravesaban con su compañía Apple, abría la primera parte, seguida de tres canciones de Lennon: "Sun King", "Mean Mr. Mustard", y "Polythene Pam". Le seguían cuatro canciones de McCartney: "She Came in Through the Bathroom Window" (escrita después de que una fan entrara por la ventana del baño a su casa), "Golden Slumbers", "Carry That Weight" una de las pocas con armonías vocales de los cuatro Beatles. Y la última, "The End", contenía el único solo de batería de Ringo Starr dentro de los Beatles, y tres solos de guitarra, interpretados por McCartney, Harrison y Lennon. La línea final, and in the end, the love you take is equal to the love you make, en la opinión de muchos fans, resume la esencia del mensaje de los Beatles.
La canción "Her Majesty", tema final del disco, era originalmente parte del medley, pero a McCartney no le gustó cómo sonaba el medley con esta canción, así que solicitó que fuera editada. Como el ingeniero de grabación recibió instrucciones de que nunca desperdiciara material creado por los Beatles, ubicó el tema al final del medley después de casi 20 segundos de silencio. La canción quedó en ese lugar, y no apareció en los créditos originales del álbum, convirtiéndose en la primera "pista oculta" de la historia.
Y bueno, Abbey Road es el undécimo álbum de estudio, su lanzamiento fue el 26 de septiembre de 1969 en Reino Unido por Apple Records. El último álbum grabado por la banda, ya que Let It Be, de 1970, se grabó antes. En 2020, ocupó el n.º 5 en la lista de la Rolling Stone de Los 500 mejores álbumes de todos los tiempos. Uno de los seis álbumes con disco de diamante de The Beatles. Los otros son: The Beatles/1962-1966, The Beatles/1967-1970, The Beatles, Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band y el álbum recopilatorio.
Portada
La portada es una de las más famosas de la historia de la música, la foto de la banda cruzando un paso peatonal en el cruce de Grove End Road con Abbey Road, frente a los estudios de EMI donde se grabaron casi todas sus canciones desde 1962. Fotografiado y diseñado por John Kosh, director creativo de Apple Records. En la publicación original para Reino Unido no se muestra el nombre de la banda ni el título del álbum.
La imagen ha sido imitada y parodiada múltiples ocasiones. Es un destino popular para los fans, en 2010, el lugar recibió el grado Monumento Clasificado por su “importancia cultural e histórica”, los estudios Abbey Road también recibieron una categoría similar. Se equiparó a la del Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band en el número de veces que ha sido imitada, aunque su elaboración fue esencialmente fruto de la improvisación.
En 1970, los estudios de grabación adoptarían el nombre de la calle. El álbum iba a llamarse inicialmente Everest, en honor a la marca de cigarros que fumaba el ingeniero Geoff Emerick. De hecho, se había planeado un viaje al Himalaya para fotografiar la portada, idea que fue finalmente desechada.
Abbey Road era una calle con bastante tráfico, sólo se pudieron sacar seis fotos, de las que tenía que salir la portada. El Volkswagen que aparece solía estar estacionado en ese sitio, era de alguien que vivía al lado del estudio, su matrícula (LMW 281F) sería objeto de numerosos robos por parte de los fans. En 1986, el coche fue vendido en subasta por 2,530 libras esterlinas, y en 2001, fue mostrado en un museo de Alemania.
Los trajes que llevan los Beatles en la foto eran los típicos que solían usar los cuatro músicos. McCartney, vivía cerca de los estudios, había llegado el día de la foto con sandalias, incluso en otras fotos tomadas ese día se le puede ver llevándolas puestas.
La contraportada muestra la placa con el nombre de la calle. La palabra “Beatles” se añadió posteriormente a una foto de otra placa tomada también por Iain Macmillan, con la que se hizo el fotomontaje de la contraportada, quedando en ella la figura borrosa de una joven que pasaba delante del objetivo de la cámara en el momento de tomar la foto.
Multitud de críticos han citado a Abbey Road como el mejor álbum de The Beatles. Desde: “una pieza musical increíblemente cohesiva, innovadora y atemporal”, pasando por comentarios como “la última carta de amor al mundo de The Beatles”, con elogios a su “sonido grande y moderno”, y descripciones como “exuberante, rico, uniforme, épico, emocional y absolutamente hermoso”.
Sin duda, se trata de una obra de arte, podrá gustar o no, sobrevalorado para algunos, es comprensible por el grado de fanatismo que hay en torno a la banda, lo que es incuestionable es la calidad, el cuidado y atención que se dedicó en su grabación, lo que derivó en un álbum que marcó un antes y un después en la industria de la música, y elevó el Rock and Roll a un nuevo nivel.