Existe un plan de acción para tratar de evitar que a nivel internacional existan empresas multinacionales que abusen de los privilegios que tienen para cumplir con sus obligaciones fiscales en los diferentes países.
La globalización ha tenido efectos en las economías del mundo. La tributación es uno de los temas en los que ha abierto áreas de oportunidad para los países, pero también ha creado riesgos importantes.
La erosión de la base gravable representa para un país un riesgo importante no solo para su capacidad de recaudación, sino también para su soberanía tributaria. Si bien el combate a la erosión es una lucha inevitable, la globalización potencializa ese riesgo al abrir oportunidades para reubicar las utilidades de los grupos empresariales transnacionales.
A decir de la OCDE, diversos indicadores demuestran que los grupos multinacionales han adoptado un perfil más agresivo en sus planeaciones fiscales internacionales, de ahí la preocupación de las autoridades sobre el cumplimiento de sus obligaciones fiscales y la justicia con la que pagan impuestos en cada país.
Así es como se han buscado esquemas que mejoren el cumplimiento de las obligaciones fiscales por parte de los grupos multinacionales, a fin de optimizar la recaudación y la equidad en el pago de impuestos de un grupo multinacional y los demás contribuyentes (los que solo operan en un contexto nacional).
El marco fiscal internacional no fue capaz de adaptarse a los cambios que iba experimentando el mundo de los negocios internacionales. Especialmente relevante en una economía basada en activos intangibles digitales.
La OCDE considera que lo que está en juego en el proyecto BEPS es la integridad del impuesto sobre la renta en cada uno de los países. La equidad en la aplicación de este impuesto se puede ver afectada por las oportunidades de planeación fiscal internacional agresiva, al alcance de los grandes grupos multinacionales. Esa falta de equidad puede trascender a la percepción de los contribuyentes de un país, llevándolos a pensar que su sistema tributario no tiene equidad y sentido de justicia.
El plan de acción BEPS
En esta década, la OCDE presentó un plan de acción para el proyecto BEPS, con 15 acciones diseñadas en torno a tres pilares fundamentales:
La coherencia que debe tener el impuesto sobre la renta en el plano internacional.
Volver a alinear la tributación con la sustancia de los negocios.
Fortalecer la transparencia en el contexto fiscal internacional, aparejada con la certeza y la predictibilidad que debe tener, tanto el contribuyente como la autoridad fiscal.
Las 15 acciones del plan
Acción 1, Enfrentar los retos fiscales de la economía digital.
Acción 2, Neutralizar los efectos divergentes de esquemas híbridos.
Acción 3, Diseñar un régimen efectivo para compañías extranjeras controladas.
Acción 4, Limitar la erosión de la base gravable asociada a la deducción de intereses y otros pagos financieros.
Acción 5, Contrarrestar efectivamente las prácticas fiscales nocivas, tomando en cuenta la transparencia y la substancia.
Acción 6, Prevenir la concesión de beneficios de un tratado en circunstancias inapropiadas.
Acción 7, Prevenir la evasión artificial de un establecimiento permanente.
Acciones 8-10, Alinear los resultados de precios de transferencia con la creación de valor.
Acción 11, Medir y monitorear a BEPS.
Acción 12, Establecer reglas obligatorias de revelación.
Acción 13, Documentar precios de transferencia y el reporteo país por país.
Acción 14, Hacer más efectivos los mecanismos de resolución de controversias.
Acción 15, Desarrollar un instrumento multilateral para modificar los tratados bilaterales.
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