top of page

Crisis global de drogas: Un problema con un mercado millonario

Los informes revelan un alarmante incremento en el consumo de drogas, con 296 millones de usuarios, exacerbando crisis de salud, criminalidad y medioambiente.

El aumento en el uso de sustancias psicoactivas a nivel global es alarmante. Se estima que aproximadamente 296 millones de individuos en todo el mundo son consumidores de drogas, según el Informe Mundial sobre Drogas más reciente de la ONU.

 

Dicho informe recalca el incremento en el consumo de opioides, que son responsables del 80% de las muertes vinculadas al consumo de drogas. La producción sintética de opioides es factible en diversas ubicaciones, sin depender de condiciones geográficas específicas.

 

La promoción y distribución de estos compuestos se ha hecho más accesible gracias a la presencia en internet, redes sociales, la dark web y tecnologías similares. La popularidad de nuevas combinaciones de drogas está en aumento, atrayendo a nuevos consumidores y planteando graves riesgos para la salud.

 

El reporte también destaca la conexión entre el consumo de drogas y otros problemas sociales, como el impacto ambiental negativo causado por el cultivo de cocaína y otras drogas en la región del Amazonas.

 

Menciona el caso de México, donde el crimen organizado provocó el 30% de los incendios forestales ocurridos el año pasado, relacionado con actividades delictivas y el cultivo de marihuana y amapola, afectando una extensión de aproximadamente 718 mil hectáreas. Además, se establece una relación entre el consumo de drogas y la deforestación, la explotación forestal, la minería y la contaminación del agua.

 

En cuanto a la producción de cultivos, se observa un incremento del 35% en el cultivo de hoja de coca en el último año, así como un aumento del 28% en el cultivo de amapola y opio. Con relación al consumo, es notable que la proporción entre hombres y mujeres que consumen anfetaminas, opioides, sedantes, estimulantes o tranquilizantes es cada vez más equilibrada, con una variación general del 55%-45%.

 

En la última década, el número de consumidores de drogas ha aumentado en un 23% (54 millones), con una de cada diecisiete personas en el mundo consumiendo algún tipo de sustancia psicoactiva. Dentro de los 296 millones de consumidores mencionados, 219 millones consumen marihuana o cannabis, 60 millones opioides, 36 millones anfetaminas, 22 millones cocaína y 20 millones éxtasis.

 

El fenómeno está evolucionando hacia un problema complejo y multifacético. Las drogas sintéticas están causando estragos en comunidades globales, siendo abordadas principalmente desde una perspectiva económica.

 

Estados Unidos ha mostrado su compromiso al unirse con socios internacionales para invertir más de 100 millones de dólares en la lucha contra este problema crucial, centrándose en mejorar las capacidades de detección e interceptación de drogas sintéticas.

 

A pesar de que se dice que parte de esos fondos se destinarán a programas esenciales de tratamiento, prevención y recuperación, en realidad, el enfoque sigue siendo más reaccionario que integral. La nación líder continúa protegiendo diferentes intereses, siendo cómplice de un sistema que no aborda de manera amplia el problema de la drogadicción en su sociedad, un asunto cada vez más serio y arraigado.

 

La economía relacionada con las drogas es extremadamente negativa. Según la ONU, el mercado de drogas ilícitas representa alrededor de $320 mil millones de dólares, casi el 1% del producto interno bruto mundial. Además, el crimen organizado ha expandido sus actividades hacia otros sectores lucrativos como la trata de personas, la extorsión y el comercio de diversos bienes, generando aún más ingresos.

 

Factores como la pobreza, la violencia, la ignorancia y la falta de educación contribuyen a esta problemática, llevando a que muchos jóvenes vean el narcotráfico como una opción para mejorar su situación social y económica.

Tabaco, alcohol y fentanilo

 

En 2020, se calculaba que alrededor de 15 millones de individuos en México, con edades comprendidas entre los 12 y 65 años, eran fumadores, lo que resultó en 63 mil 233 muertes y 429 mil 380 casos de enfermedad. Los gastos directos en atención médica alcanzaron los 116 mil 151 millones de pesos, mientras que los costos indirectos se estimaron en 71 mil 349 millones de pesos.

 

El consumo excesivo de alcohol está relacionado con diversos problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares, hepáticas, pancreáticas y renales, así como ansiedad, depresión, disminución en la productividad y ausentismo laboral, daños materiales, dificultades económicas, lesiones (incluyendo suicidios y violencia interpersonal) y accidentes de tráfico, entre otros. En Estados Unidos, se estima que los costos asociados con el consumo excesivo de alcohol representan el 35% del precio de venta sin impuestos, mientras que en el Reino Unido, equivalen al 17% del precio de venta antes de impuestos.

 

En México, se estima que alrededor de 27 millones de personas presentan un alto consumo de alcohol, y más de 4 millones cumplen con los criterios de abuso o dependencia. Las lesiones y la mortalidad prematura derivadas de este consumo son significativas, siendo que el 10.8% de las muertes por consumo de alcohol corresponden a hombres y el 2.6% a mujeres. Además, el consumo de alcohol está asociado con enfermedades de transmisión sexual como el VIH/SIDA y la hepatitis viral.

 

La adicción al azúcar contribuye al sobrepeso y la obesidad en México, lo que ha generado un aumento en las enfermedades crónicas y degenerativas, como hipertensión arterial y diabetes, en un gran número de personas. Esto resulta en una disminución en la calidad de vida, con complicaciones como la amputación de extremidades, ceguera progresiva, fatiga crónica y disfunción eréctil.

 

Estas condiciones incrementan los costos relacionados con tratamientos paliativos y cuidados de por vida para los pacientes. Es preocupante la cantidad de niños y niñas que ya padecen o están en riesgo de desarrollar estas enfermedades. Todo esto conlleva costos significativos en medicamentos, atención médica, infraestructura, remedios y alimentos recomendados.

 

Las estimaciones revelan que las adicciones en México generan costos sustanciales, no siendo un problema insignificante o marginal. Los impuestos especiales sobre tabaco, bebidas alcohólicas, refrescos y jugos con alto contenido de azúcar recaudaron 48 mil millones de pesos en 2022.

Los costos del consumo ilegal de fentanilo

 

Los opioides plantean un nuevo desafío a nivel internacional en las relaciones globales, especialmente con Estados Unidos. Estos compuestos tienen una doble naturaleza, ya que, aunque son usados como medicamentos, también representan sustancias altamente adictivas y lucrativas en el mercado de las drogas.

 

Además de provocar sensaciones de euforia que pueden conducir a la dependencia, el fentanilo, en particular, es asociado con efectos como gran felicidad, somnolencia, náuseas, confusión, estreñimiento, sedación, dificultades respiratorias y pérdida de conciencia. Se estima que están implicados en más del 70% de las 500 mil muertes relacionadas con drogas a nivel mundial. Tan solo en Estados Unidos, se reportaron más de 112 mil muertes por sobredosis en el año 2023.

 

El mercado de estupefacientes ha experimentado cambios significativos en los últimos tiempos, dado el aumento de su peso tanto en la economía lícita como en la ilícita. La producción en masa de drogas sintéticas las hace altamente rentables; los patrones de consumo han evolucionado y su accesibilidad se ha ampliado a través de nuevas plataformas digitales.

 

La producción ilegal de fentanilo y otros opioides similares es sencilla, económica y rápida, no requiere de instalaciones grandes ni de mano de obra especializada, y el crimen organizado obtiene beneficios significativos con pequeñas cantidades. En nuestro país, un kilogramo tiene un valor medio de 5 mil dólares, mientras que en Estados Unidos puede venderse hasta por 400 mil dólares debido a que se utiliza en pequeñas dosis, ofreciendo hasta 500 mil dosificaciones por kilo, lo que facilita su comercialización.

 

Sin embargo, los costos asociados al uso ilegal de fentanilo son extremadamente elevados. Estos incluyen costos derivados de la incidencia y prevalencia del consumo, muertes prematuras, pérdida de productividad, ausentismo laboral, dolor, deterioro de la calidad de vida, accidentes viales y de otro tipo, gastos médicos, violencia, pérdida de bienes, conflictos familiares y problemas legales.

 

En los Estados Unidos, los costos estimados en 2015 fueron de 504 mil millones de dólares, en 2018 de 179 mil millones de dólares y en 2017 superaron el billón de dólares, incluyendo pérdidas por muertes prematuras.

 

En México, los costos asociados al consumo de fentanilo son significativos y están en aumento. Existe una grave situación de precariedad entre los consumidores, con una notable falta de servicios de salud y bienestar social para atender sus necesidades. La falta de disponibilidad de morfina medicinal para pacientes con cuidados paliativos es del 62.4%, y alrededor de 16 mil niños mueren en condiciones de sufrimiento grave, representando el 42% de la mortalidad infantil en el país.

 

Abordar adecuadamente los problemas de adicción requiere una estrategia basada en establecer un sistema de salud universal y de alta calidad. Es crucial reconocer que las adicciones no son un tema que solo afecta a un segmento reducido de la población, sino que están conectadas a factores económicos, sociales y psicológicos.

 

Tanto los líderes globales como las familias tienen una gran responsabilidad y un desafío significativo en la tarea de erradicar y controlar este problema. Por desgracia, no se vislumbra en un futuro cercano una estrategia integral que pueda abordar de manera efectiva este fenómeno complejo en términos económicos, políticos y sociales.

0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page