Cuando la música conoció al dinero

¿Qué tan válido es que una banda de Rock deje de evolucionar, cambiar o experimentar con su sonido?

Iniciamos con una sección en la que ofreceremos una visión personal de la música en general. Concretamente estilos populares, concentrados en el Rock y cualquiera de sus variantes, pero en el transcurso de las semanas y la ideas, trataremos de tocar otros estilos que lleguen como curiosidad y como mera investigación; siempre desde un punto de vista subjetivo, con el que no pretendemos de ninguna manera opinar como un discurso absoluto o necesariamente verdadero, únicamente una visión que busca ser compartida y debatida por todos los lectores.

De inicio sean bienvenidos a este espacio y sepan que son invitados a comentar abiertamente y compartir sus opiniones acerca de lo que propondremos con cada uno de los artículos. Sin más por presentar, empecemos con el viaje.

¿Qué tan válido es que una banda de Rock deje de evolucionar, cambiar o experimentar con su sonido?

La pregunta surge como una verdadera duda, ya que si uno como escucha, de antemano está consciente de que lo que va a disfrutar se trata de un género como el Ska, Reggae, Funk, Blues, Jazz, alguna ramificación de la electrónica o alguno de tantos subgéneros del Metal, aceptará que las canciones mantengan un rango muy limitado en que difieran en su construcción, posiblemente en la temática de las letras o la ejecución de los instrumentos, incluso entre uno y otro disco puede ser que aún con cambios, las diferencias sean sutiles, pero nada extravagante o que de verdad implique una diferencia profunda. De ser así, de inmediato la gente los coloca en un plano de "experimentales" y puede ser que sean o no aceptados por sus fans, la crítica y el público en general.

Pero el Rock, así como tal con la palabra mencionada sin ningún aderezo que le ponga apellido y por lo tanto encasille en algún esquema estético, muestra algunas características a través del tiempo, y una de las cosas que puede citarse como común denominador es justamente la evolución, la metamorfosis, la palabra famosa y extrañamente entendida en la música "experimentación", que no es más que la inquietud de los mismos músicos, los cambios normales y necesarios que todos como personas vivimos en el tiempo, tanto de pensamiento como de comportamiento, que tendrían que quedar impresos en las obras de cada artista, ya que si el Rock pudiera definirse en una palabra, pienso que esa debería ser "libertad".

Vienen a mi memoria ejemplos por todos lados, tanto en el Rock nacional como con gigantes globales reconocidos como los más "grandes" o "legendarios" exponentes del género. Pero lo cierto es que bandas como U2, Bon Jovi, Red Hot Chili Peppers, Zoe (situación actual y local), Oasis (en su momento), y una fila larguísima de etcétera, hace ya mucho tiempo que dejaron de experimentar variantes importantes en cuestión de su sonido, a pesar que siguieron produciendo música nueva, hubo algún punto en el que aparentemente se dio un fenómeno en el que de un día para otro se sintieron cómodos con repetir el mismo modelo, disco tras disco.

Y no es que esto sea necesariamente malo, ni es una crítica que pretenda objetar alguna carrera admirable, simplemente como fan, me hubiera gustado que mis bandas favoritas continuaran creando universos con sus firmas, que durante gran parte de sus carreras marcaron un punto de referencia que les llevó a la posición en la que se encuentran en pleno 2021.

Pero concretamente en referencia de los mencionados, recordemos que tuvieron décadas en las que sorprendieron por su talento camaleónico, y nos regalaron discos que marcaban experiencias únicas que almacenábamos como tesoros en colecciones enormes de material sonoro, con diferencias y de un valor incalculable para nuestro disfrute y por qué no, análisis.

No se si el motivo de esto se debe a que las disqueras los convencieron de que manteniendo uno u otro "sonido", podían garantizar cierta estabilidad en la cima del mainstream y les asegurara entradas económicas descomunales. Esto es probablemente cierto, pero estoy seguro que "esos nombres" no hubieran necesitado de ese estancamiento creativo, ya que por sus propios méritos se consagraron como gigantes hace ya algunas décadas, y por supuesto que fans no hubiesen perdido, de continuar produciendo al servicio de la música y el arte y no al servicio del mercado y las disqueras, con todo lo que implica la manipulación mediática para convertir en éxito a cualquier figurilla de plástico, como se ha hecho también, más marcadamente desde la década de los 80's, tal vez.

Mención aparte merecen las "grandes pioneras" de movimientos estilísticos o los grandes triunfadores en dichas etapas. Momentos como el Punk, que dejaron figuras como los eternos punks: Ramones; las movidas Post Punk/New Wave, con The Cure como eternos representantes del Rock Gótico, los refinados New Order (que superaron una baja sensible después de la muerte de Ian Curtis y Joy Division) o Depeche Mode, pioneros del Synth Pop y referencias del mundo electrónico que siempre han caminado en una línea especial de cierta inovación y vanguardia; en el Glam Metal, Mötley Crüe o Poison como portadores de bandera o cargadores de su cruz, quiza; en el caso del grunge queda la triste particularidad de que las bandas desaparecieron junto con sus vocalistas, a excepción de Pearl Jam, que sigue generando la anhelada diferencia con cada una de sus obras.

Ya en los momentos más descarados de bandas de plástico como el Nü Metal, donde aún suenan Korn, sacando discos nuevos y en festivales masivos; o finalmente la última camada de bandas realmente rockeras encasilladas en un ambigüo "Indie", que no define ni dice nada, pero continúan The Strokes, Interpol, Kings of Leon o Muse, quienes persisten y sacan discos, ya sin sorprender y en un segundo plano por la misma consecuencia de su origen.

Todos estos momentos y muchos otros, merecen comentarios y análisis independientes para los que próximamente dedicaremos esta sección. Por lo pronto agradecemos cada uno de los comentarios y sobre todo, su valiosa atención. ¡Hasta la próxima!