La preparación para un docente no termina al obtener un título, por el contrario, apenas comienza.
El trabajo docente en las aulas es un desafío constante. El docente debe poseer los conocimientos necesarios para impartir su materia, además de que debe estar capacitado para enfrentar los nuevos desafíos que se presenten en materia de educación.
El profesionalismo es un diferenciador en cualquier ámbito, y la educación no es la excepción. Las personas con mentalidad profesional saben cómo mejorar constantemente sus habilidades y volverse más competentes en sus trabajos.
La docencia es una profesión que requiere de un desarrollo profesional enfocado al conocimiento, la enseñanza, la experiencia y, sobre todo, la práctica.
Podemos entender el desarrollo profesional docente como la evolución del docente, personal y profesional, a lo largo de su experiencia y de la reflexión sobre su práctica.
Integra conocimientos teóricos acerca de la materia que domina, técnicas pedagógicas, entendimiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje, así como una predisposición constante a la renovación e innovación académica con fines a la mejora educativa de sus alumnos y de la escuela en general.
La profesionalización de la docencia
El docente, a lo largo de su carrera, atraviesa un proceso que fomenta su desarrollo personal y profesional, dentro de un clima organizativo y con el fin de mejorar el aprendizaje de los alumnos y una constante renovación.
El camino de la carrera de un docente exige la importancia de un cambio en términos de conocimiento académico y práctico que suponga conseguir una serie de fines predeterminados para conseguir reformas en las conductas profesionales.
Existen tres necesidades claves en el desarrollo profesional: la necesidad social de un sistema educativo eficaz y humano que se adapte a las necesidades sociales y su evolución; la necesidad de encontrar formas de ayudar a los educadores fomentando el potencial social, personal y académico de los jóvenes; necesidad de mejorar el deseo del profesor de vivir una vida personal satisfactoria y estimulante.
Elementos que caracterizan al profesionalismo en el docente:
Dominio de un cuerpo de conocimientos establecidos y construidos académicamente.
Servicio a los alumnos.
Existencua de una comunidad profesional.
Dominio de actuaciones prácticas.
Juicio práctico
Capacidad para aprender de la experiencia
Rasgos que mejor caracterizan la calidad del trabajo docente:
Compromiso educativo
Dominio de la materia
Flexibilidad
Reflexividad
Capacidad para el trabajo en grupo
Dimensiones que abarca el desarrollo profesional docente
Desarrollo pedagógico.- La mejora de las actividades docentes directamente relacionadas con el desarrollo de las áreas específicas del currículum, destrezas necesarias docentes y la dirección de la clase.
Conocimiento y comprensión de sí mismo.
Desarrollo cognitivo.- Referido a la adquisición de conocimientos y la mejora de las estrategias.
Desarrollo teórico.- Enmarcado en la reflexión sobre la práctica docente propia de cada profesor.
Desarrollo de la carrera docente.- Adoptando nuevos papeles en su desempeño.
El desarrollo profesional comprende estar al día con los cambios institucionales, políticos y científicos, conocer los cambios en los modelos de evaluación, tener en cuenta el desarrollo curricular, junto con una actitud de reflexión y colaboración constante.
¿Cómo desarrollar el trabajo docente?
Fijarse metas.- Lo mejor es ser realista y ser lo más honesto posible con lo que podemos lograr. Las metas pueden ser personales o colectivas.
Planea estrategias de enseñanza.- La planeación no sólo asegura un cumplimiento de tiempos y metas, sino que también ayuda a organizar las ideas y objetivos específicos.
Continúa tus estudios.- Adquirir nuevos conocimientos de su propia materia es una ventaja que, si se sabe aprovechar, hace la diferencia.
Ser multidisciplinario.- Conocer otras áreas relacionadas con la educación es prueba del interés del docente en su área profesional. La ciencia, tecnología, artes y humanidades, pueden ser disciplinas aliadas para fortalecer el conocimiento y la cultura general.
Evalúate constantemente.- La autoevaluación es una valiosa herramienta para conocer cuáles son las debilidades o fortalezas, así como, las áreas de oportunidad. Esto es muy importante para mejorar el desempeño profesional.
Ojalá todos los decentes tuvieran siempre en cuenta estas necesarias características