Un programa enfocado en el gasto, destacan la escasez de recursos y se mantiene la atención a las prioridades del gobierno en turno.
La pandemia modificó todo en el país, incluyendo el presupuesto, la economía que López Obrador prometió revivir se encuentra en la recesión más profunda desde la Gran Depresión de la década de 1930. El banco central de México advirtió recientemente que podría contraerse hasta casi un 13% este año.
Pese a que el secretario de Hacienda de México calificó de “responsable” la estimación de crecimiento del próximo año, la agencia calificadora Moody’s advirtió que el enfoque austero del Gobierno “no es sostenible”.
Según el Presupuesto de Egresos, el Producto Interno Bruto (PIB) mexicano retrocedería un 8% este año, sin embargo, el Banco de México estima que el retroceso sería más grande, de hasta un 12.8%. A pesar de ello, Herrera dijo que la recuperación económica ya “inició”, luego de una caída del 17.1% durante el segundo trimestre del año, el peor retroceso del PIB al menos desde 1993, la fecha más antigua para la cual hay datos disponibles.
El orden de prioridades del gobierno federal para el ejercicio del gasto el año 2021 queda de la siguiente manera: Gasto social, salud e infraestructura.
Expectativas del gobierno
El gobierno federal espera que el Producto Interno Bruto (PIB) repunte en 2021 un 4.6%, además, que el peso promediaría 22.1 unidades por dólar en 2021, en tanto que la inflación anual culminaría en 3.0% en 2021. Estima elevar en 6.6% el gasto real en pensiones del sector público el próximo año, incluyendo a las entidades estatales Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El Gobierno prevé ingresos presupuestarios de 5.539 billones de pesos para 2021, un 3.0% menores en términos reales que los aprobados en 2020, pero mayores en un 6.4% respecto a los estimados para el cierre de este año, excluyendo recursos extraordinarios para enfrentar la contingencia sanitaria.
Así, prevé aumentar su gasto programable para 2021 en un 1.3% en términos reales respecto al aprobado en 2020, aunque anticipa una disminución real del gasto no programable de un 4.6%, para una ligera baja real en el gasto neto pagado, según el documento.
Además, plantea un equilibrio primario, de 0.0% del PIB, y una reducción en los requerimientos financieros del sector público. Agregó que “ello permite disminuir el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público en 2021 de un 54.7% a un 53.7% del PIB y colocarlo en una senda decreciente a partir de entonces”.
Mientras que Brasil ha destinado un 6.5% adicional de su Producto Interno Bruto (PIB) para atender las consecuencias de la pandemia -incluidas prestaciones por desempleo que llegan a un tercio de sus ciudadanos-, el saldo del gasto de México representa menos de un 1% de su PIB.
Será aprobado sin casi correcciones
La mayoría de Morena en la Cámara de Diputados hace casi inevitable que se mantengan los mismos datos y que las correcciones que lleguen a proponerse sean mínimas. Es casi un hecho que el presupuesto pasará tal cual. Lo positivo es que se evitará la incertidumbre económica-financiera en caso de una dilación para la aprobación del presupuesto; por otro lado, cualquier mejora que se pudiera hacer está casi descartada.
La economía crecerá solamente si la pandemia se controla
Herrera aseguró que la estimación de crecimiento de la economía local del 4.6% no está atada al desarrollo de una vacuna contra el COVID-19, sin embargo, esta crisis sanitaria dejó un impacto en la economía del país. Sin olvidar que México ya estaba en recesión antes de la pandemia, es decir, justo la economía mexicana pasaba por problemas que se agravaron cuando llegó el Covid-19.
Inversión a “obras insignia”
En lo que respecta a la inversión y el consecuente impulso al desarrollo económico serán prácticamente nulos, dado que los recursos se destinarán en un gran porcentaje a las obras insignia de la actual administración.
Para continuar las obras del Tren Maya se pidieron 36 mil 288 millones de pesos para 2021, mientras que para las obras del Aeropuerto Felipe Ángeles en Santa Lucía, 21 mil 315 millones de pesos. No hay otros programas de infraestructura más ambiciosos que pudieran detonar el crecimiento económico.
Sobre Pemex, la administración estima una aportación patrimonial de 45,050 millones de pesos para fortalecer su posición financiera y continuar la construcción de la Refinería Dos Bocas.
Los programas sociales con más presupuesto
El gasto social es nuevamente la mayor prioridad presupuestal; eso orienta el presupuesto a un ejercicio de gasto, y no de gasto para el desarrollo, dejando muy poco espacio para el impulso al crecimiento.
El Programa de Pensión para Adultos Mayores es el que más dinero acapara, con 135 mil millones de pesos para 2021, la tercera parte de todos los recursos destinados al gasto social y a los proyectos de infraestructura.
Para becas a nivel superior se pide destinar 33 mil 172 millones de pesos, para nivel básico 31 mil 937 millones, para el Programa Sembrando Vida 29 mil millones de pesos en caso de aprobarse el proyecto presentado, mientras que el Programa Jóvenes Construyendo el Futuro, 20 mil 600 millones de pesos.
Sin incentivos a iniciativa privada
Es prácticamente un hecho que en este sexenio no habrá apoyo para la iniciativa privada, no se presentó antes de la pandemia y en este proyecto, cuando muchas empresas fueron golpeadas, tampoco se considera. En materia de recursos para apoyos fiscales para mitigar el impacto de la pandemia, o programas de apoyo para micro y pequeñas empresas, el monto presupuestado será de: cero pesos con cero centavos.
Las empresas, sobre todo micro y pequeñas, donde se desempeña gran parte de la actividad laboral del país, que generan alrededor del 80 por ciento de los empleos, no tendrán ningún tipo de apoyo, el Presupuesto de Egresos, de la forma en la que se oriente, podría ser detonante para el desarrollo, no ha sido el caso desde hace décadas y no lo será ahora.
Escenario optimista
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) esbozó un escenario más optimista del que se maneja en los medios informativos, y diferente a las expectativas de analistas nacionales e internacionales del sector privado, por lo que no necesariamente se cumplirá.
Señaló un objetivo de crecimiento de 4.6 por ciento del PIB para 2021, cuando el promedio de los analistas ubican una tasa de 3 por ciento. Ubicó el nivel del tipo de cambio en un promedio de 22.10 pesos por dólar, pero el promedio en el mercado es de 22.5 pesos. El barril del petróleo lo ubicó en 46.1 dólares, aunque algunas expectativas esperan un promedio de 43 dólares, y fijó una meta de producción para Pemex de 1.857 millones de barriles diarios de petróleo, pero los análisis privados consideran que Pemex tendrá el año siguiente un promedio de producción diaria de 1.75 millones de barriles.
Agencias calificadoras no comparten optimismo
Las agencias calificadoras, que despojaron a Pemex del grado de inversión este año y advirtieron que la deuda soberana de México podría sufrir la misma suerte, están atentos a señales de una futura reforma fiscal y estrategias para frenar el endeudamiento de la petrolera estatal.
De acuerdo con un portavoz del grupo de finanzas corporativas Moody’s el presupuesto ajustado significaba que la agencia de calificación estaba ahora más preocupada por el crecimiento económico de México que por la deuda.
Moody’s, junto con otras agencias calificadoras, tiene a México a un escalón de perder su calificación de grado de inversión, aseguran que no se espera que la nota soberana del país llegue a un valor “basura” en los próximos 12 meses a pesar de una perspectiva negativa.
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