Permite diseñar un plan donde se definen las acciones que se deben ejecutar para crecer de manera satisfactoria.
La estrategia corporativa permite diseñar un plan donde se definen las acciones que se deben ejecutar para crecer de manera satisfactoria. Es la guía que se debe seguir para alcanzar objetivos. Una estrategia bien definida permite:
⦁ Conocer mejor y mantener el foco en el mercado en el que opera una empresa.
⦁ Saber cómo deben ser los productos para satisfacer las necesidades del segmento de clientes al que se dirige
⦁ Establecer qué acciones resultan más rentables.
Confecciona una visión completa de todo lo que hay que realizar a medio y largo plazo, así como los puntos que se deben potenciar para alcanzar las metas establecidas.
Tipos de estrategia corporativa
⦁ Estrategia de estabilidad: si una empresa está satisfecha con su nivel de ventas y volumen de mercado, debe aplicar una estrategia de estabilidad, porque permite mantener la situación de la empresa, su rendimiento y su rentabilidad.
⦁ Estrategia de crecimiento: El objetivo será aumentar las ventas, los beneficios y el valor de marca. Para ello, se crean nuevos productos o la empresa se introduce en nuevos mercados.
⦁ Estrategia de contracción: Existe la opción de generar una estrategia que permita reducir el volumen de operaciones, como seleccionar los segmentos más rentables.
3 ejemplos de estrategias corporativas
Alianzas estratégicas
Para ampliar mercado, aumentar la visibilidad y llegar a más clientes, los contactos son fundamentales. Crear sinergias, unir recursos para ganar-ganar. Puede ir desde realizar un intercambio no monetario (un servicio a cambio de otro), hasta compartir espacios de trabajo o aparecer como especialista con otro profesional o pyme. Es imprescindible que se comparta una visión del negocio.
Integración. Crecimiento horizontal o vertical.
Esto permite llegar más lejos y adquirir mayor control sobre el mercado, además de tener más control sobre los procesos en torno a tu actividad. Puede ser vertical u horizontal:
Horizontal: la compra de otra empresa del sector permite ampliar los nichos y llegar a un público más variado.
Vertical: incorporar una etapa (por ejemplo, el proceso de distribución si eres el fabricante) permite controlar mejor los costes y el acceso al mercado.
Diversificación
Las grandes empresas diversifican los productos, las gamas y los mercados en los que actúan. Puede llevarse a cabo en productos o servicios similares o abrir nuevos mercados sin relación aparente con la actividad actual. Permitirá definir el ámbito de actuación y los mercados.
Elementos a tener en cuenta
Una de las herramientas más utilizadas es la matriz de Ansoff, una técnica de análisis estratégico que permite identificar oportunidades de crecimiento. Permite relacionar productos y mercados, estableciendo una diferencia entre los actuales y los nuevos. Ofrece las siguientes estrategias de crecimiento:
⦁ Penetración de mercado: el objetivo es aumentar la cuota de mercados conocidos, con productos que ya se tienen a la venta. Las ventas pueden aumentar a través de acciones publicitarias, promociones especiales y diferenciándose de la competencia.
⦁ Desarrollo de nuevos mercados: Poner a la venta productos actuales en mercados que aún no se han explorado. Esto puede ir desde identificar nuevos segmentos de consumidores hasta empezar a comercializar productos en el extranjero.
⦁ Desarrollo de productos: Producir productos innovadores que tengan un punto diferencial, por ejemplo, calidad, ciertas funcionalidades, un diseño peculiar o cualquier otra característica relevante.
⦁ Diversificación: Esta consiste en generar nuevos productos que permitan introducirse en nuevos mercados. Es decir, abrir otra línea de negocio totalmente diferente a la que se dispone en la actualidad.
Además, es imprescindible contar con dos elementos más: digitalización e innovación.
Hay que confeccionar una estrategia totalmente digital, que permita obtener ventajas competitiva. Y se debe invertir en investigación y desarrollo para innovar procesos, la innovación y creatividad deben estar en el centro de cualquier empresa que tenga como objetivo ser un referente de su sector.
¿Cómo diseñar una estrategia corporativa?
1. Análisis de la situación actual
Permitirá detectar las necesidades actuales, qué objetivos se pueden alcanzar o qué tipo de estrategia se quiere llevar a cabo. Se puede aplicar un análisis DAFO, que permite evaluar las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades que se tienen.
2. Definición de objetivos generales
Habrá que decidir qué tipo de estrategia corporativa se va a emplear y qué objetivos se quieren alcanzar a medio y largo plazo. Es fundamental pensar qué tipo de organización quieres conseguir y proponerte metas realistas, esto es, establecer objetivos inteligentes.
3. Recursos necesarios
Con recursos limitados será complicado alcanzar grandes objetivos. Se debe definir qué recursos materiales, humanos y económicos se necesitan para alcanzar los objetivos.
4. Definición de la misión y visión de la empresa
Es importante tener muy claras tanto la misión como la visión. Va a permitir identificar el motivo de su existencia, sus valores o la filosofía empresarial, es decir, su identidad. Ser fieles a los principios hará posible elegir el camino más adecuado en cada momento.
5. Definición de acciones
Teniendo claro lo anterior hay que averiguar cómo lograrlo. El siguiente paso será definir el conjunto de acciones que a corto, medio y largo plazo para alcanzar las metas. La tecnología, innovación y automatización son grandes aliados a la hora de aumentar el rendimiento de las acciones, es momento de integrarlas en la estrategia corporativa.
6. Puesta en marcha
Ha llegado el momento de iniciar y empezar a ejecutar el nuevo plan.
7. KPI
Para saber si una estrategia está funcionando, se deben usar indicadores o KPI 's, de ahí la importancia de definir qué indicadores son importantes y hacer un seguimiento de estos: número de ventas, facturación mensual, coste medio de la orden de compra, etc.
8. Análisis y mejora constante
Gracias a estos indicadores, será sencillo elaborar informes que permitan evaluar si la estrategia corporativa es acertada o no. En caso de que no sea así, será necesario modificar los puntos erróneos. No tiene por qué ser estática: debe revisarse y actualizarse de forma constante para adaptarse a la situación actual y lograr una mejora constante.
¿Por qué debes tener una estrategia corporativa?
Tener una estrategia corporativa bien definida permite actuar de una manera más segura. Se dispone de las herramientas para comprobar si se está yendo por el camino correcto, o si se debe cambiar de rumbo. Resulta más fácil manejar los imprevistos o dificultades que puedan surgir y tomar decisiones más inteligentes.
Una buena estrategia corporativa facilita crear alianzas estratégicas que pueden contribuir a ser más eficientes, mejorar la calidad de los productos, reducir costes, apostar por la innovación tecnológica o conseguir nuevos inversores.
Clarísimo!! 😀