La evasión fiscal es tan antigua como los impuestos, pero en tiempos modernos se ha vuelto más fácil debido a la globalización, la complejidad de las finanzas internacionales, el secreto bancario y el progreso de la informática.
La evasión fiscal, evasión de impuestos o fraude fiscal, son conductas ilícitas en la que incurren personas o empresas contribuyentes, de manera dolosa, cuando ocultan u omiten ingresos y bienes a las Administraciones Tributarias, o cuando sobrevalora conceptos deducibles, con el fin de reducir el pago de impuestos.
Cuando supera una cierta cantidad, se considera delito fiscal, y se puede sancionar con penas privativas de libertad, mientras que los fraudes de menor monto se tramitan como infracción administrativa, y se sancionan con multas.
Un concepto relacionado es el de elusión fiscal. A diferencia de la evasión, la elusión hace uso de estrategias en principio legales para reducir el pago de impuestos, pero perjudican el propósito del sistema tributario, al aprovechar resquicios no previstos o no solucionados.
Se conoce como dinero negro todo aquel que ha evadido el pago de gravámenes fiscales. Son ganancias obtenidas en actividades ilegales o legales, pero se evita declararlas para evadir impuestos. Se intenta mantenerlo en efectivo, y no ingresarlo en entidades financieras, para que no figure registrado en los movimientos bancarios y el Estado no tenga conocimiento de su existencia.
Una parte importante de la evasión fiscal se produce en la economía informal. En esta también se omiten el pago de cotizaciones a la Seguridad Social, el incumplimiento de las normas laborales y de procedimientos administrativos.
De la economía informal también forman parte las actividades ilícitas (tráfico de drogas, prostitución, tráfico de armas y todo tipo de delincuencia, especialmente la organizada), que tienen como consecuencia el fraude fiscal, que se convierte en ocasiones en el único delito que la fiscalía consigue demostrar para detener a los delincuentes.
Consecuencias
Debido a su naturaleza clandestina es difícil estimar la magnitud de este fenómeno, se calcula que, a nivel mundial, el dinero ocultado a la supervisión fiscal asciende a entre 21 y 32 billones de dólares, equivalente al PIB de los Estados Unidos, Japón y Alemania juntos.
Para las arcas públicas, la pérdida que esto supone sería cercana a los 3 billones de dólares (el 5% del PIB mundial, o el 18% de los impuestos recaudados globalmente).
Como principales consecuencias de la evasión fiscal destacan las siguientes:
Debilita y empobrece al Estado, afectando a la calidad de los servicios públicos.
Incrementa el esfuerzo fiscal que deben soportar los ciudadanos corrientes o las PYMES.
Deteriora los objetivos de redistribución de la riqueza previstos por la legislación.
Crea situaciones de competencia desleal entre operadores económicos que pagan impuestos y quienes los evaden.
Deteriora la confianza de la ciudadanía con el Estado.
El gasto público no alcanza a cubrir necesidades básicas y la economía se frena.
Métodos de evasión fiscal
Las prácticas que constituyen directamente fraude fiscal son aquellas que deliberadamente ocultan al fisco el hecho tributable. Entre ellas están el trabajo en negro (trabajar sin contrato), facturar sin IVA, declarar más gastos de los reales (facturas falsas, o incluir gastos ajenos a la actividad de la empresa), declarar menos ingresos de los reales (ocultándolos a través de sociedades en paraísos fiscales o haciendo parte de sus cobros sin factura), etc.
Otras veces, mediante técnicas de ingeniería fiscal, personas o empresas utilizan vacíos en la legislación para evitar pagar impuestos, de manera aparentemente legal. Estas prácticas acaban teniendo en ocasiones la consideración de fraude o evasión, constituyendo un delito.
A mucha menor escala, existen ciudadanos o grupos ideológicos que ejercen abiertamente la desobediencia o resistencia fiscal, una manera de protestar frente a impuestos que consideran que el Estado malgasta o utiliza para fines poco éticos.
Lucha contra el fraude fiscal
La evasión y elusión fiscal son perseguidas principalmente desde instituciones públicas del ámbito fiscal o económico, tanto nacionales como internacionales. Paralelamente, existen también iniciativas de ciudadanos individuales o de grupos civiles que han logrado destapar redes de evasión fiscal con miles de beneficiarios.
Acción institucional
Nivel nacional: los gobiernos y, en especial, las agencias tributarias que de ellos dependen, combaten con más o menos éxito el fraude fiscal a través de distintas vías:
Inspección: revisión e investigación regular de contribuyentes en busca de posibles irregularidades en sus declaraciones.
Legislación: a través de leyes y normas tributarias dirigidas a dificultar la evasión y elusión fiscales.
Concienciación: estrategias de comunicación para concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de cumplir con el fisco.
Incentivación de la denuncia: algunos gobiernos ofrecen recompensas económicas a cualquier ciudadano que destape un caso de fraude fiscal.
Amnistía fiscal: un mecanismo que a veces usan algunos gobiernos para incentivar a infractores a volver a la economía regular tras pagar una tributación reducida.
Nivel internacional: dado que buena parte de la evasión y la elusión fiscal se produce a través de mecanismos financieros que involucran a diversos países, incluidos paraísos fiscales, es imprescindible una acción coordinada internacionalmente:
Proyecto BEPS, de la OCDE: puesto en marcha en 2013, este proyecto ha propuesto un paquete de 15 medidas destinadas a poner coto al fraude fiscal internacional.
Paquete de lucha contra la elusión fiscal de la Unión Europea: basada en las recomendaciones de la OCDE, este paquete es un conjunto de iniciativas legislativas y no legislativas de la UE destinadas a reforzar la normativa contra la elusión fiscal de empresas.
Activismo civil
Algunos de los casos más sonados se destaparon a partir de iniciativas particulares que, sacando a la luz documentos mantenidos en secreto por bancos o despachos jurídicos, revelaron la identidad y la actividad de individuos y empresas que mantenían cuentas o sociedades fantasma en paraísos fiscales.
Entre los casos más conocidos se pueden mencionar los siguientes:
Lista Falciani (2010)
Luxemburgo Leaks (2014)
Swiss Leaks (2015)
Football Leaks (2016)
Papeles de Panamá (2016)
Papeles del Paraíso (2017)
Papeles de Pandora (2021)
Conclusión
Aunque el incumplimiento fiscal genera perjuicios en casi todos los países, y en términos absolutos es en los países desarrollados donde mayores volúmenes alcanza, sus efectos relativos son aún más dañinos en los países con menos recursos.
Los países en desarrollo pierden de recaudar al menos 100,000 millones de dólares (la mitad de ellos en África) por abusos fiscales de grandes transnacionales, tanto por evasión y elusión fiscal como por los incentivos concedidos a algunas grandes empresas.
La evasión y elusión fiscal de las grandes corporaciones tiene un coste en vidas humanas y amenaza la capacidad de los Estados de marcha políticas que reduzcan la desigualdad, luchen contra la pobreza y garanticen la dignidad de las personas.