Las empresas más grandes del mundo son ‘holdings’ empresariales, las ventajas son importantes, aunque también es discutible la responsabilidad del grupo sobre las empresas subordinadas.
El término “holding” corresponde a un grupo de sociedades en el que existe una empresa dominante y una o más empresas subordinadas a ella. Proviene del verbo inglés “to hold” (poseer). Así, la empresa principal posee el control de las subordinadas, que tienen personalidad jurídica propia pero no de decisión.
Por lo general, no produce bienes o servicios, ni participa en las operaciones diarias del negocio; sin embargo, es frecuente que posea activos que utilizan las compañías subsidiarias en sus operaciones.
La forma en la que el “holding” ejerce el control de la gestión de las sociedades dominadas es a través de la participación directa y de manera mayoritaria en sus capitales. Esto facilita la dirección unitaria de todo el grupo, con sus consecuentes ventajas en la planificación, que será global, así como en la coordinación intraempresarial de actividades. El inconveniente para las subordinadas es su inexistente autonomía económica a pesar de tener autonomía jurídica.
Dependiendo del tamaño y la estructura del negocio, un holding puede proporcionar ventajas como la reducción de riesgo, el control centralizado o la disposición de una estructura flexible para el crecimiento. Pero hay que tener en cuenta que tiene inconvenientes, como los relacionados con la gestión, compartición y utilización de los activos informacionales, que pueden dar lugar a problemas de comunicación y, por tanto, a la imprecisión de la toma de decisiones o la aparición de conflictos internos entre entidades.
Existe un debate en el ámbito de los holdings por la falta de responsabilidad del grupo como tal sobre las acciones de las empresas dominadas, aunque haya sido la dirección del holding la que ha tomado la decisión. A diferencia de sus subordinadas, el conjunto de empresas no tiene personalidad jurídica propia aunque tenga la potestad de toma de decisión de las demás empresas y, por tanto, no se le puede reclamar responsabilidad.
Beneficios
Protección de los activos. Propiedad, propiedad intelectual y equipos quedan protegidos. Las filiales asumen las operaciones diarias del negocio y sus responsabilidades. Por lo tanto, los activos valiosos que posee la compañía tenedora están protegidos de los acreedores y otros pasivos en los que puedan incurrir las compañías operativas.
Reducción de riesgo. Cuando una compañía tenedora posee los activos valiosos y es una entidad separada de las compañías operadoras, el riesgo de perder esos activos se minimiza si la compañía operadora se desempeña mal o se vuelve insolvente. Por ejemplo, si una compañía operadora se enfrenta a la insolvencia, la compañía tenedora puede perder dinero; pero generalmente no pueden ser perseguidos legalmente por las responsabilidades de la compañía operadora. No obstante, la compañía tenedora puede ser considerada responsable de las acciones de los directores de la compañía operadora si eran conscientes del bajo rendimiento.
Minimizar impuestos. Se puede establecer un holding empresarial para reducir la cantidad de impuestos que el grupo en su conjunto tiene que pagar, por ejemplo, con base en una estructura o ubicación que sean más favorables a las tasas impositivas más bajas.
Cubrir mercado. Resulta mucho más sencillo llegar a cualquier sector del mercado de forma rápida y eficiente, así como también es más fácil eliminar todos los inconvenientes que tiene otro tipo de agrupaciones empresariales.
Además de estos beneficios, el holding empresarial permite ostentar un control central que proporciona una estructura de gestión coherente, permitiendo a la compañía matriz maximizar su rendimiento y crecimiento. Este modelo destaca también por la flexibilidad que aporta al crecimiento y el desarrollo. Es lo que sucede al tener los activos más valiosos en poder de la compañía controladora, lo que permite al grupo diversificar de manera más eficiente, invertir en nuevas empresas e incluso salir de empresas, si es necesario.
Como notas negativas, los holding no son aptos para todos los casos, por ello resulta fundamental estudiar los pormenores de cada situación. Para algunas empresas crear un holding proporcionará muchísimos beneficios mientras que para otras puede resultar negativo. Se recomienda realizar un estudio fiscal para valorar esta opción si es que se plantea constituir o entrar a formar parte de un holding empresarial con un negocio.
Otra desventaja es que existe riesgo de convertirse en monopolio. La empresa irá creciendo y captando pequeñas empresas de su área y finalmente puede llegar a controlar todo el mercado. Esto es peligroso ya que en muchos países los monopolios están perseguidos y vigilados por la ley con lo que esto podría suponer finalmente un gran riesgo para la empresa, y por supuesto, para el resto del mercado.
Sin duda se trata de un tema interesante. Te invitamos a conocer el resto de nuestros artículos, en ellos aprenderás más aspectos del mundo empresarial y financiero, además de datos culturales bastante valiosos.
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